Sus manos eran suaves, frias, llenas de sensaciones.
Cuando me cogia entre ellas, queria dormir, queria que nunca me soltaran.
Aun recuerdo su olor a rosas.
Su sonrisa no era evidente, nunca lo fue, pero sus ojos transmitian la alegria de tenerte cerca.
Era una mujer de pocas palabras, y de hechos firmes.
Siempre he soñado ser tan dulce como ella, aunque su aspecto no daba la sensacion de dulzura.
Los momentos vividos con ella seran eternos.
Felicidades abuela, alla donde estes, me encantaria cogerte de las manos y sentir esa sensacion de bienestar que desprendias.
Gemma soñó esto a las 6:11 p. m.
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